1 de febrero de 2011

Caso Clínico numero 37

El sujeto viene aconsejado por sus familiares y amigos, es un adulto joven, de origen mediterraneo y probablemente se dedique a algún trabajo manual.
En cuanto la conversación comienza, se observan algunos rasgos como habla metafórica y perseverativa, o mirada perdida.
En cuanto al contenido, se detectan algunos recuerdos delirantes ("una vez enseñé a los eruditos del templo"), delirios de grandeza ("soy el enviado de Dios") y presumiblemente podría presentar Síndrome de Clerembault (delirios de amor).
Es dificil desviar la conversación hacia los temas que el no refiere, y su atención parece centrada en paliar el dolor ajeno, asegurando que este dolor es el camino a una vida mejor.
Aún con todo, este diagnóstico no parece perturbarle, pese a indicarle un diagnóstico inicial, el sujeto sigue sonriendo del mismo modo en que entró en la habitación.
Otra anotación, es que el sujeto admite haber cumplido ya los 2010 años y seguir viviendo con su padre.

El diagnóstico, parece un claro ejemplo de Profeta o mesias
;)

1 comentario:

  1. Está loquito... dirá también que convierte el agua en vino y que multiplica panes y peces. De esos me he cruzado yo unos cuantos!!

    Delirios de grandeza, me he acordado de la canciónnn

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